Estrés de los padres en septiembre: cómo afrontarlo con calma
- BEVITALAB

- 4 sept
- 3 Min. de lectura

Las principales causas del estrés en la vuelta al cole
El gasto económico: uniformes, mochilas, libros, matrículas, actividades extraescolares… Todo se acumula en pocas semanas y puede suponer un gran impacto en el presupuesto familiar.
La logística diaria: volver a coordinar horarios de colegio, trabajo, transporte y actividades puede ser agotador.
La conciliación laboral: muchos padres deben trabajar mientras sus hijos aún no han empezado el cole o tienen horarios reducidos, lo que genera preocupación sobre con quién dejarlos o cómo organizarlos.
La presión emocional: la sensación de no llegar a todo, el cansancio acumulado y la comparación con otros padres pueden aumentar la ansiedad.
Estrategias para gestionar el estrés
✨ Aunque no podemos eliminar todas las dificultades, sí es posible reducir el nivel de tensión con algunos cambios prácticos:
Planificación anticipada: preparar la compra de uniformes y material con tiempo ayuda a evitar gastos de última hora.
Presupuesto claro: marcar un límite de gasto y comparar precios online puede aliviar la carga económica.
Organización de rutinas: crear un calendario familiar con horarios de trabajo, cole y actividades hace más visible y manejable la logística diaria.
Pedir ayuda y delegar: contar con apoyo de familiares, amigos o vecinos puede ser clave para cuidar a los hijos en días complicados.
Actividades compartidas: involucrar a los niños en las tareas (forrar libros, preparar mochilas) no solo aligera la carga, también los motiva y les enseña responsabilidad.
¿Qué hacer con los hijos si trabajas y aún están en casa?
Uno de los grandes retos en septiembre es cuando los padres ya han retomado el trabajo, pero los niños todavía no tienen jornada escolar completa. Algunas soluciones posibles son:
Campamentos urbanos o talleres de septiembre: muchas ciudades ofrecen actividades por semanas, ideales para entretener a los niños mientras aprenden.
Conciliación flexible en el trabajo: pedir teletrabajo parcial, reducción de jornada o ajustes temporales puede marcar la diferencia.
Apoyo de familiares o cuidadores: abuelos, tíos o niñeras de confianza pueden ser un gran soporte.
Organización en red: acordar turnos con otros padres del colegio para cuidar a los niños en casa por horas.
Cuidar también de ti mismo
El estrés de septiembre no desaparece solo, y muchas veces los padres se enfocan tanto en cumplir con todo que se olvidan de sí mismos. Es importante reservar pequeños momentos para respirar, descansar y reconectar. Una mente más calmada no solo beneficia a los adultos, también transmite seguridad a los hijos.

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